Mi nombre es Estelbina Espínola, soy de Paraguay, tengo cuatro hijos, con mi marido somos seis personas. Nos estábamos preparando para venir a España, para encontrar una nueva esperanza. En Paraguay nuestra situación no estaba nada bien, por el estudio de mis hijos y por todo. Por esto queríamos venir a España.
Estábamos buscando cómo conseguir los recursos para poder hacer el viaje, y un día me dijo mi hermana Ermelinda: «Encomiendalo a Joaquín, encomiendalo a Joaquín». Desde entonces agregamos a Joaquín a nuestras oraciones de la noche con la familia. Le pedíamos todos los días y rezábamos el rosario, junto con mi hermana que estaba en España, por videollamada.
Un día en que estábamos muy bajoneados, pues veíamos que no podíamos vender nada de lo que teníamos –ni nuestra casa ni nada para poder pagar el viaje–, un 16 de junio de 2023, llamé a la cooperativa en la que estaba asociada, nos hicieron un préstamo y pudimos pagar el viaje, que es una de las cosas que le pedíamos a Joaquín.
Y pudimos venir.
Al llegar nos alojamos en casa de mi hermana Ermelinda y su marido Lucas, allí estuvimos 8 meses. Luego nos salió un trabajo bueno y empezamos a buscar un piso. Se lo pedimos a Joaquín y todas estas cosas nos han sido concedidas.
Estelbina Espínola de Brítez
Barcelona, junio de 2025
